La casa del poema
Había una grieta en la casa del poema; Querían derrumbarla y construir una nueva, Querían tapizarla y embellecerla, Para que los versos tuvieran mejor vivienda. De frenar aquello no hubo manera; Demolidas dejaron paredes enteras, No quedó en pie ninguna piedra, Ni el quicio de una sola puerta. Después hubo ahí otra residencia; Todos fueron por el poema Para que viera su casa nueva. No lo encontraron por ningún lado, No estaba adentro ni afuera, Y entonces se dieron cuenta: El poema era aquella grieta. Sergio Zurita – August 25, 2009